Luego de 48 horas que un niño fue agredido, retenido y torturado psicológicamente por un miembro de seguridad del Estadio Universitario identificado como Francisco de Dios, tras el partido Lobos contra América, personal del equipo de futbol entregó al menor de 12 años la playera del jugador William Da Silva que le fue robada por el elemento, bajo el consentimiento de sus padres quienes de acuerdo al acta firmada se reservaron su derecho a proceder por la vía legal por las agresiones que sufrió su hijo.
No obstante, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla no ha emitido una postura oficial respecto a los hechos y ha optado por ignorar el tema, al igual que la directiva del equipo universitario pues no se han acercado a la familia para ofrecer una disculpa.
Ayer, a través de Facebook fue publicado un video en el que se observa el momento justo en que el niño fue sometido en el estadio Universitario por un elemento de seguridad, luego que el jugador del América le regala su playera, para posteriormente ser jalado por Francisco de Dios e ingresado al túnel donde los jugadores de equipo visitante ingresaban.
Al principio del corto se puede observar una multitud de gente entre policías, personal de seguridad y jugadores se amontonan a escasos metros del túnel de acceso, donde permanecía Francisco de Dios junto a personal del inmueble que portaban casacas amarillas.
Después de esto, al segundo 20 del video se puede ver cómo el niño que ya había ingresado a la cancha para obtener la playera de William Da Silva es sujetado por uno de los elementos de seguridad para llevarlo a la entrada del túnel, donde esperó a que llegara el guardia para ingresar con él a las instalaciones del lugar.
Para el segundo 35 se observa otro niño que al ver el escándalo trata de escapar de los elementos de seguridad corriendo, a lo que estos se percatan y lo toman con las manos para detenerlo también.
Luego de esto, el padre del menor agraviado habría bajado para ir en auxilio de su hijo y ahí Francisco de Dios le explicó que lo retendría únicamente por 10 minutos, mismos que se convirtieron en dos horas, según la historia.
De acuerdo a lo que relató el Israel Armenta, padre del niño, en el interior del estadio el agresor le habría quitado la playera amenazándolo de llamar a la policía para que lo detuvieran si no se la entregaba, por lo que el pequeño no tuvo otra opción.
Al salir del lugar, el niño relató lo sucedido con los ojos rojos a punto de las lágrimas, afirmando que le habían quitado su playera. Luego de esto, el funcionario reconoció que había quitado la camiseta al pequeño, aunque señaló que ya entregó al Ministerio Público por lo que no la regresaría.
Fuente: CAMBIO