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jueves, marzo 23, 2023
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El IEE carga la balanza hacia Claudia Rivera

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Historias de un joven reportero

Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc

Algo apesta al interior del Consejo General del Instituto Electoral del Estado rumbo a la elección intermedia del 6 de junio.

Tras la infame actuación en los ignominiosos comicios del 2018 cuando solaparon y fueron cómplices del fraude contra Miguel Barbosa, entonces abanderado de Morena y hoy gobernador del estado, los consejeros electorales de Puebla llegaron a este año con la consigna de redimir su imagen y encaminar un proceso parcial y justo. Y, sin embargo.

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La autoridad electoral, como todas las instituciones del estado, se convirtió en un apéndice de todas las artimañas y chicanadas del siniestro Rafael Moreno Valle para aferrarse al poder a como diera lugar como parte de su sueño guajiro de ser presidente de la República.

Ver: Enjaular al Tigre Blanco

Desde los perversos Armando Guerrero y Jacinto Herrera, presidentes del IEE en la oscura era morenovallista y quienes fueron simples siervos desechables del extinto priista, hasta los intransitables exconsejeros Federico González Magaña, Claudia Barbosa Rodríguez y Flor de Té Rodríguez Salazar, así como la corrupta ex secretaria general Dalhel Lara, fueron parte del Fraude Electoral con el que Rafael impuso a sangre y plomo a su esposa Martha Erika Alonso como gobernadora por 10 días.

La imagen del IEE también quedó manchada por la complicidad de Luz Alejandra Gutiérrez Jaramillo, Juan Pablo Mirón Thomé y José Luis Martínez López, los consejeros que aún sobreviven en el IEE y que formaron parte de los comicios más irregulares y violentos en la historia de Puebla.

En plena restructura y con la intervención del INE tras el escándalo del 2018, que optó por mandar a Miguel Ángel García Onofre, Sofía Marisol Martínez Gorbea, Evangelina Mendoza Corona y Jesús Arturo Baltazar Trujano al Consejo General del IEE para evitar las influencias de grupos políticos, el Instituto Electoral del Estado llegó al 2021 con la asignatura pendiente de jamás permitir otro fraude como el que Moreno Valle orquestó para perpetrarse en el gobierno del estado.

Sin embargo, los consejeros electorales del IEE están dando visos de que seguirán cargando la balanza hacia algún lado. En específico, hacia la esquina de Claudia Rivera, a quien 7 de cada 10 poblanos reprueba a su paso por el Ayuntamiento de Puebla.

No es casualidad que en las conversaciones publicadas el pasado lunes por el periodista Ricardo Morales entre Fernando “Tigre Blanco” Manzanilla y Genoveva “N/A” Huerta, se haga mención a un “Operador” cercano al excuñado de Moreno Valle para ayudar a la lideresa estatal del PAN con las decenas de impugnaciones que le han llovido por el mal logrado proceso interno de selección de candidatos a alcaldes y diputados locales del partido azul.

En esta alianza perversa entre Manzanilla y Genoveva Huerta también entra Claudia Rivera a quien pretenden ayudar desde las entrañas del IEE, tal y como sucedió en el 2018 con Martha Erika Alonso.

Prueba de lo anterior es el registro extemporáneo y en total clandestinidad que el Consejo General del Instituto Electoral poblano le permitió a Rivera Vivanco violando todos los procedimientos, convocatorias y leyes en la materia.

En una entrevista reciente, el presidente del IEE, Miguel Ángel García, juró y perjuró que no existieron registros fuera de tiempo ni en sedes alterna al Instituto, como así lo habían señalado diferentes actores políticos como Gabriel Biestro, Araceli Bautista Gutiérrez y Edson Cortés.

García Onofre mintió de manera descarada.

La razón es simple: el Consejo General del IEE hizo un acuerdo de palabra, fuera de la convocatoria y de sus atribuciones, con los partidos políticos y sus representantes de permitir registros posfechadas con la repartición de turnos que se entregaron para completar la documentación requerida para las inscripciones de sus candidatos aún pasada la fecha fatal, que era el 13 de abril.

Este acuerdo ilegal existió y hay pruebas de ello.

Ver: La pareja de la mamá de Claudia Rivera estará en el Cabildo otros tres años

Este reportero tiene en poder una copia del Juicio para la Protección de sus Derechos Político-Electorales que la candidata de Morena a la alcaldía de Puebla, registrada de manera ilegal, promovió ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, que preside su madre Eloisa Vivanco, para culpar a la dirigencia nacional, al Comité Estatal y la Comisión Nacional de Elecciones, “por la omisión de solicitar y realizar su registro” ante el IEE.

Es decir, Claudia tuvo que recurrir otra vez a su mamá para que la salve de perder su candidatura, que desde ya pende de un hilo, ante los tribunales local y federal.

De hecho, la vergonzante CNHJ, que, hay que recordarlo, fue la que permitió a Félix Salgado Macedonio ser abanderado de Morena en Guerrero, ya advirtió que impugnará ante la Sala Regional de la Ciudad de México del TEPJF el registro hechizo de Claudia ante el Consejo General del Instituto Electoral por las fallas del CEN, del CEE y de la Comisión de Elecciones, que según alega.

Si hasta Claudia Rivera sabe a la perfección que su registro no se logró en tiempo y forma, por qué el consejero presidente del IEE aseguró que el trámite de la candidata impuesta de Morena en la Angelópolis sí se realizó conforme a la convocatoria emitida por el órgano comicial.

¿Qué gana García Onofre y el resto de consejeros inclinando la balanza para el lado de la repudiada Rivera Vivanco?

Será que las manos de Fernando Manzanilla, del “Operador” y del “Boradadito” comienzan a salir de la cañería.

Estamos frente a un nuevo escándalo en el seno del IEE que tiene la obligación de no permitir otro fraude electoral como el del 2018 y que debe aclarar de manera inmediata este escándalo.

¿En dónde quedó el llamado del presidente López Obrador y del gobernador Barbosa de encaminar unos comicios limpios e imparciales?

No podemos permitir que, otra vez, el árbitro quiera jugar en las elecciones.

Los tiempos ya cambiaron y no hay cabida para infamias similares a las del régimen morenovallista.

Así como la corrupción, violar la ley electoral ya se le hizo una costumbre a la despreciada Claudia Rivera.

Ver: Garmendia y Evangelista Aniceto, el cáncer plurinominal de Morena

¿Qué se puede esperar de una candidata que no respeta ni las reglas del juego?

Ni en eso Rivera Vivanco demuestra eficacia.

Lo dicho: la candidatura de la alcaldesa con licencia obsesionada con reelegirse está agarrada con alfileres.

No podía ser de otra manera.

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