Historias de un joven reportero
Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizPue
A partir del inicio de este año, algo cambió en la estrategia de Enrique Doger. La mesura y el silencio se convirtieron en las dos principales virtudes del aún delegado del IMSS en Puebla.
A diferencia de anteriores procesos electorales en los que el ex alcalde de Puebla era el primero en alzar la voz, encabezar reuniones, organizar ruedas de prensa y recorrer el estado para mostrarse como la mejor opción del Revolucionario Institucional en la entidad, en la actualidad, Doger ve el juego de las especulaciones desde su oficina en el Barrio de San José.
(Juan Carlos Lastiri es quien ahora emplea esas mañas dogeristas de antaño para presionar al PRI poblano y al CEN tricolor con el objetivo de apresurar la definición del candidato al gobierno del estado, posición que, aún sueña, puede recaer en él).
Dicen que en la política no hay coincidencias.
Enrique Doger habla como el candidato, camina como candidato, y hace reuniones como candidato.
¿Es el ex rector de la BUAP es tapado del tricolor en Puebla?
Sin contar a la embajadora Blanca Alcalá, las encuestas colocan a Doger Guerrero como la única opción competitiva en el estado para ponerle cara al morenovallismo y a su precandidata Martha Erika Alonso en la elección del 2018.
Por eso, el delegado del IMSS debería cuidar más las reuniones a las que asiste y las personas con las que se toma fotografías.
Y es que, Enrique Doger asistió en días recientes a un encuentro con militantes del priismo poblanos y diferentes líderes sectoriales que fue organizado por Roberto Marín, hermano del ex gobernador Mario Marín Torres.
Es de todos conocido que desde el 2015, el góber precioso y el ex alcalde capitalino limar asperezas y retomaron sus días de amistad desde que hicieron el uno-dos en la elección estatal del 2004.
¿Marín sigue siendo un argumento que afecta al PRI en Puebla?
En la elección a gobernador del año pasado, Blanca Alcalá fue atacada salvajemente por una fotografía que se tomó durante su registro como precandidata del tricolor para los comicios del 2016. La imagen fue incluida en el pautado de la megacoalición Sigamos Adelante y, sin duda, fue uno de los principales factores que restaron votos a la senadora con licencia.
Si Doger no se deslinda de manera contundente de Marín y familia, podría correr la misma suerte que Alcalá Ruiz y tirar por borda su nueva y cautelosa estrategia de mantener un low profile hasta que lleguen los tiempos de definición del candidato priista en Puebla.
Si los partidos de oposición cuentan con el escándalo Cachetes-Moreno Valle, el panismo y sus aliados no dudarán en recurrir al inagotable argumento de Mario Marín, que tanto éxito ha tenido.
En el 2018, el escándalo Marín-Cacho cumplirá 12 años y la gente aún lo recuerda, pero ¿aún será un lastre para restar votos al PRI en Puebla?
Como candidato del tricolor, Doger será atacado por aprobar la privatización de PEMEX, cargar con los negativos de Peña Nieto y ahora se puede sumar su cercana relación con Marín Torres.
Por mientras, aquí va la foto de Beto y Enrique: