Historias de un Joven Reportero
Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizPue
La elección intermedia en Puebla del 2013 tuvo un clima muy diferente a los anteriores procesos que se presentaron en la entidad. El PRI tenía sentimientos encontrados, pues venía de haber ganado la mayoría de diputaciones federales en el estado, pero de haber perdido el gobierno apenas tres años antes.
La maquinaria morenovallista estaba más que afinada, al bloque aliancista se sumaron la redistritación, que pulverizó en voto tricolor en sus bastiones locales, además de las candidaturas comunes. Por su parte, el Revolucionario Institucional aún confiaba en el poderío de su estructura, en su voto duro, y en el apoyo del gobierno federal de Enrique Peña Nieto, quien en su primer año comenzó con números altísimos de aprobación, para recuperar la mayoría de las curules en el Congreso local y hacerse de un buen número de alcaldías.
La realidad fue otra y la historia es de todos sabida.
Fue precisamente en la Angelópolis en donde se fraguó una de las peores derrotas del Revolucionario Institucional en Puebla, Tony Gali, un político fresco y con un carisma no visto desde tiempo de Melquiades Morales, arrasó a Enrique Agüera, abanderado del PRI en la capital y tras su derrota jamás regresó a hacer política en Puebla.
Dos días antes, Reforma llevó en ocho columnas una investigación sobre los departamentos en Miami propiedad de Martha Agüera, hermana del candidato tricolor. El reportaje del periódico más leído de México fue el último clavo al ataúd de Enrique. Las dudas siempre presentes de su enriquecimiento ilícito y del desvío de recursos fueron dos certeros golpes de los que jamás se pudo recuperar el priista, quien tres semanas antes de la votación ya tenía hundido el barco.
Como parte de la campaña, el candidato tricolor cerró campaña en cada uno de los distritos de la capital. El del Distrito XI se llevó a cabo en un parque de la Junta Auxiliar de San Felipe Hueyotlipan.
Por una mala jugada del GPS, llegué media hora antes de la cita y tuve la oportunidad de hablar con el ex rector de la BUAP antes de su reunión con los vecinos del norte de la capital.
La reunión comenzó a tiempo antes de que la lluvia cayera aunque ya amenazaba con soltar sus primeras gotas. Además del equipo de campaña del candidato y de otros políticos que lo acompañaban ese día, en el templete —por primera y última vez en toda la campaña—, estaba Martha Agüera, la millonaria hermana de Enrique.
Al final de su discurso y como era costumbre, Agüera atendió a los medios de comunicación. El periodista Edmundo Velázquez y yo decidimos entrevistar a la hermana, a quien ayudamos a bajar del templete para que nos respondiera la pregunta que era inminente.
Después de contestarnos que su hermano, Enrique, había hecho un papel fenomenal en la campaña y que lo amaban mucho, Martha tuvo un lapso de sinceridad absoluta tras ser cuestionada sobre sus departamentos en Miami.
“Todos trabajamos, todos somos gente de trabajo, tenemos nuestros guardaditos en nuestras casas y no tenemos nada que ocultar. Finalmente yo les puedo decir sobre todo esto de las propiedades, yo tengo casas más grandes aquí en Puebla. Sí, sí tengo un departamento pequeño en Miami y sí cuesta lo que ahí dice, pero mi casa vale más, me los compré con todo mi trabajo y sudor”, respondió de bote pronto Martha Agüera.
Edmundo y yo enmudecimos de manera automática ante la respuesta tan honesta de la hermana del ex rector de la BUAP. Ambos coincidimos que era un “madrazo” las declaraciones y que publicaríamos la nota de forma inmediata.
Antes de llegar a la redacción en CAMBIO, Arturo Rueda me mandó un mensaje para preguntarme que desmadre había armado, porque el equipo de Agüera y el propio Enrique llevaban una hora marcándole a su celular, pero no había podido responder porque estaba grabando su programa de internet, Nosotros Los Troles.
Una vez que llegué a las oficinas del periódico, Rueda me explicó que habló personalmente con Enrique y le pidió no golpear a su hermana.
“Contra mí lo que quieras, Arturito, pero contra la familia, no”. Fue lo que le explicó Agüera a Rueda. La entrevista no se publicó en CAMBIO, sólo en Periódico Central.
Las últimas dos semanas los boletines y notas del equipo de campaña de Agüera nunca faltaron en las páginas de CAMBIO.
Supuse que los valores familiares fueron la principal razón.
