Historias de un joven reportero
Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizPue
Desde hace años, la Iniciativa Privada en Puebla dejó de pesar en el estado. Los líderes empresariales locales no son tomados en cuenta en ninguna decisión del gobierno en turno; son ninguneados por los partidos políticos; y su único representante en el Congreso del estado resultó uno de las decepciones más grandes de la actual legislatura: Franco Rodríguez.
Las declaraciones hechas ayer por el líder de la Coparmex en Puebla José Antonio Quintana, quien aseguró que la necesaria activación de la Alerta de Género en Puebla generará problemas de inversión en la entidad y una baja en el turismo, demuestran que la IP poblana vale madres.
El hijo del controvertido José Antonio Quintana Hernández, uno de los fundadores del Yunque en Puebla, demostró de lo que está hecho y cuales son sus prioridades: ganancias antes que la vida de las mujeres.
Desconozco si Quintana Gómez esté casado o tenga hijas, pero si yo fuera parte de su familia estaría avergonzando por las declaraciones tan irresponsables que hizo en nombre de la Confederación Patronal de la República Mexicana y mañana mismo, por dignidad y respeto, presentaría mi renuncia como presidente de la Coparmex.
Para el ultraderechista está claro que prefiere que en Puebla se sigan matando a las mujeres de las maneras más crueles a ver que las cuentas bancarias de sus afiliados se vean afectadas.
Así de viles fueron sus palabras.
Por eso, los empresarios en Puebla son ninguneados por todos; sus cámaras no representan a nadie; y no tiene un peso específico en el tablero del poder en el estado.
Los empresarios poblanos son mudos. Cuándo Rafael Moreno Valle les aumentó al cien por ciento el ISN no tuvieron el valor de enfrentar al ex gobernador; fueron comparsas del pase automático del “Fiscal Carnal” Víctor Carrancá Bourget de la extinta PGJ a la FGE; no se unieron con la UPAEP ni con la Universidad Ibero cuando fueron vetados del Consejo Selectivo de la Fiscalía Anticorrupción. Es más, su silencio retumba aún en casos como el de Chalchihuapan, del Huachicol y el del Cachetes.
Por eso Tony Gali les vio la cara prometiéndoles en campaña la reducción del ISN del 3 al 2 por ciento. El gobernador sabe, y de sobra, que la cúpula empresarial poblana es un cero a la izquierda.
Pero, lo más lamentable es que la misma postura de José Antonio Quintana es compartida por gobernantes, alcaldes, diputados y líderes políticos que han hecho hasta lo imposible porque la Alerta de Género en Puebla no se active por parte de la Segob.
Sino, ahí están las declaraciones del gobernador Antonio Gali; del líder del Congreso del estado Jorge Aguilar Chedraui; o el silencio de la secretaria general del PAN Martha Erika Alonso hasta lo más de 85 feminicidios en lo que va del 2017.
En Puebla están matando a las mujeres, pero aquí importa más cuidar la imagen de los hombres del poder y que las economía no sea vea afectada.
Seriedad, señores.
Tengan madre, aunque sea un poco.