Historias de un joven reportero
Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizPue
Un factor que no calcularon los nuevos militantes de Morena en Puebla como Alejandro Armenta, Luis Miguel Barbosa, José Juan Espinosa y Fernando Manzanilla es el repudio que generó entre los consejeros su irrupción al instituto lopezobradorista. Las bases del partido ya dejaron claro durante la asamblea del fin de semana su veto para la candidatura a gobernador a estos cuatro neomorenistas por su pasado en el PRI y sus nexos con el ex gobernador Rafael Moreno Valle.
El visto bueno de las bases del partido y de los consejeros estatales es un punto de inflexión que podría depurar la baraja de aspirantes para abanderar a Morena en Puebla en el 2018 a sólo dos perfiles: Rodrigo Abdala y Gabriel Biestro.
Y es que los consejeros que fundaron a Morena en el estado y las bases que han hecho campaña de tierra en las últimas elecciones no les perdonan a los “cuatro advenedizos” sus oscuros pasados. Armenta tiene como negativos su respaldo al gasolinazo y su cercanía con Mario Marín; Barbosa, el apoyo al Pacto por México y sus negocios con Moreno Valle.
En el caso de José Juan, las bases de Morena no olvidan que el llamado “Niño Naranja” llegó a la alcaldía de San Pedro Cholula gracias a una tregua con el morenovallismo, además de que a su paso por la LVIII Legislatura del Congreso aprobó la privatización del Agua y la implementación de Fotomultas.
Mientas que, a Fernando Manzanilla, los militantes lopezobradoristas aún no pueden desvincularlo del ex gobernador poblano, pues su vínculo familiar lo condena a pesar de los esfuerzos que el ex titular de la SGG ha hecho para marcar distancia de su cuñado.
Los Armenta, Barbosa, Espinosa y Manzanilla pensaron, y muy mal, que al codearse con la cúpula nacional de Morena y acercarse a Andrés Manuel López Obrador estarían más cerca de la candidatura a gobernador, pero olvidaron que fue el propio líder nacional del partido marrón quien dotó de autonomía a los Consejos y Comités Estatal para definir a sus abanderados.
Es decir, las bases y los consejeros serán el fiel de la balanza para definir al candidato de Morena a Casa Puebla.
Los “Fantastic Four” de Morena ningunearon a las bases y ahora estas serán sus propios verdugos.
La soberbia les ganó.
En la recta final rumbo a la definición de las candidaturas, Biestro y Abdala se perfilan como los rivales a vencer, aunque el líder estatal es quien podría encaminarse a ser el abanderado de Morena en Puebla, sus pocos negativos y el consenso con las bases y consejeros —a diferencia de Rodrigo— podrían llevarlo a la candidatura a gobernador.
