Historias de un joven reportero
Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizPue
A los hermanos López Chargoy les llueve sobre mojado.
Carlos Hugo y Jesús pasaron en menos de dos años de ser dos de los empresarios más poderosos de la zona sur del país a caer en desgracia y a ser tratados como plebeyos en Puebla.
Pocas familias en México han podido comprar dos franquicias de fútbol de Primer División al mismo tiempo. En la historia reciente del balompié azteca sólo Ricardo Salinas Pliego, de Televisión Azteca; y Emilio Ázcarraga, de Televisa; Jesús Martínez e hijo (con ayuda de Carlos Slim), de Grupo Pachuca; y los López Chargoy han podido presumir su poderío económico al poseer dos equipos de la Liga MX.
Ahora, la realidad es otra para Jesús y Carlos Hugo.
La maldición que cae sobre todo dueño del Puebla de la Franja —ahí están los ejemplos de Emilio Maurer, Paco Bernat y Ricardo Henaine— no hizo tregua alguna con los hermanos Chargoy, quienes ahora ya no tienen fluidez ni para pagar las nóminas de sus trabajadores en la UDAL (como ya lo informó Central) ni de los que aún laboran en las oficinas del Corporativo Constructor de México, ubicadas en la 3 Sur y 43 Poniente, en Huexotitla.
Además, los administradores de las Torres JV II, en la Vía Atlixcayotl, hace tres meses desalojaron (léase «echaron a la calle») a los hermanos López Chargoy, pues tenían adeudos insostenibles por la renta de oficinas en el rascacielos propiedad de Julián Ventosa.
El viacrusis de Jesús y Carlos Hugo se encrudeció con el descenso de Jaguares de Chiapas, pues con la desaparición de este equipo los hermanos Chargoy perdieron millones de dolares, ya que la pérdida de la categoría de un equipo de fútbol de Primera División en México representa que la franquicia pasa de cotizarse en dolares a pesos.
Si Televisión Azteca no disminuye a lo mínimo la participación de los Chargoy en el Puebla, el destino de la Franja será el mismo que el de Jaguares y ahora sí Jesús y Carlos Hugo no tendrán ni para la gasolina de sus Suburbans blindadas.
Cuentan los que saben que el remate de las propiedades de la familia Chargoy —que lograron comprar gracias a la obras que Enrique Agüera como rector de la BUAP— ya comenzaron, la primera fue un terreno en la zona de Angelópolis y que con parte del dinero que dejó la transacción, los aún «dueños» de la Franja asistieron al Super Bowl LI en en el NRG Stadium de Houston.
Los López Chargoy otros de los nuevos ricos en desgracia que dejó el sexenio de Mario Marín.
La lista cada vez tiene más integrantes.
Y los que faltan.