Historias de un joven reportero
Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
Corrían los últimos días del sexenio de Mario Marín. El gobernador electo Rafael Moreno Valle aprovechó ese periodo para instaurar una política de miedo entre los integrantes del gabinete del “góber precioso”, quienes temían por perder su libertad una vez que comenzara la administración del panista ante el evidente cúmulo de corrupciones cometidas en el ejercicio del poder.
En una de las muchas reuniones del proceso de entrega-recepción, el extinto Moreno Valle le ordenó a Valentín Meneses, a la sazón secretario general de Gobierno, impulsar el aumento del transporte público de cinco a seis pesos para que Marín Torres asumiera el costo político de esta medida.
La exigencia de Rafael, como era su estilo, vino acompañada de una amenaza: si Meneses Rojas se oponía a incrementar la tarifa del pasaje de camiones y rutas, él sería el primero en pisar la cárcel al inicio del gobierno morenovallista.
(La historia todos la conocemos, a pesar de todas las irregularidades a su paso por la SCT y la SGG, Valentín Meneses jamás fue perseguido y su nombre no figuró entre los daños colaterales del marinismo como Alfredo Arango, Javier García Ramírez o Francisco Castillo Montemayor).
Al decir de la periodista Viridiana Lozano, directora de Periódico Central, en su columna del pasado 1 de julio, titulada “Así contuvieron los morenovallistas por nueve años el aumento al pasaje”, Rafael Moreno Valle y Antonio Gali eludieron los aumentos graduales a la tarifa del transporte público a través de una red de corrupción con los concesionarios de las rutas en Puebla.
“Rafael Moreno Valle y Tony Gali ofrecieron otras prebendas a los concesionarios.
Evitaron operativos para sancionarlos o suspenderlos por no tener al día sus documentos o por las malas condiciones de sus unidades.
Pero, además, les transfirieron a los líderes más de 4 mil concesiones que quedaron inactivas, con problemas de litigios o que simplemente sus dueños ya no pudieron operar”.
Hasta aquí la muy necesaria cita.
Ahora que la oposición que encabezan los enanos panistas como Genoveva Huerta, Francisco Fraile y su minibancada de 4 diputados en el Congreso local, buscan un botín político en el aumento al pasaje del transporte público, no está de más recordarles que fueron sus gobiernos cómplices los que originaron este incremento.
Y es que la oposición moralmente derrotada del PAN sufre una amnesia selectiva, ya que en tiempos de la 4T ahora son los principales defensores de la economía en el estado cuando en el pasado fueron los impulsores de medidas atroces en contra del bolsillo de la clase media y baja de Puebla.
¿Ya se le olvidó a Genoveva Huerta que como diputada federal de la LXIII Legislatura fue una de las legisladoras del PAN que, en alianza con el PRI, aprobó la reforma energética de Enrique Peña Nieto y los escandalosos gasolinazos?
¿Mónica Rodríguez Della Vecchia, Oswaldito Jiménez, Nancy Jiménez y Raúl Espinosa, no recuerdan que la anterior fracción del PAN aprobó el aumento del 2 al 3 por ciento del ISN en el estado?
¿La amnesia de Francisco Fraile y Luis Olmos les provocó una laguna mental en la que no existe la privatización del servicio de agua y las exuberantes tarifas aprobadas para Agua de Puebla por su fracción parlamentaria de la LVIII Legislatura?
¿Será que los panistas también mandaron a lo más hondo del cajón de los recuerdos los “casetazos” en las autopistas estatales en el sexenio de Moreno Valle?
¿Tampoco recuerdan los desmemoriados panistas la privatización de los parques públicos en los que cobraran por estacionar los coches y hasta para usar los baños?
¿Ya olvidaron los PPS que contrató Moreno Valle para dejar hipotecada a Puebla?
¿En su memoria ya no existe la deuda oculta de más de 40 mil millones de pesos?
Ahora resulta que el PAN en Puebla es el defensor de la economía poblana.
Seriedad, señores.
El gran reto de la Consejería Jurídica del gobierno de Puebla
Durante su gira del fin de semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador dejó varios mensajes difíciles de pasar por alto para el corto y mediano plazo en Puebla.
Uno de ellos fue el espaldarazo público que le dio al gobernador Miguel Barbosa de quien dijo tener completa confianza. No sólo eso, AMLO aseguró que el mandatario poblano “es partidario del estado de derecho, de que al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie”.
Las palabras dedicadas a Barbosa Huerta también hacen eco en Ricardo Velázquez, consejero jurídico del gobierno del estado.
Nada sencilla será la tarea que se le viene pronto a Velázquez Cruz, quien es uno de los hombres más fuertes del gobernador poblano, pues el proceso de comenzar con el armado de los expedientes en contra de los principales orquestadores del modelo económico en el que el morenovallismo convirtió a la administración pública no es nada sencillo.
Sin embargo, el titular de la Consejería Jurídica, además de contar con todo el respaldo de Barbosa, tiene la capacidad y experiencia necesaria para llevar a juicio a todos los ex funcionarios corruptos de las administraciones de Moreno Valle y Gali Fayad.
Con las palabras del presidente de México, el nombre del consejo jurídico tomará un muy importante papel en el futuro de la política en Puebla.
Ricardo Velazquez, el consejero de hierro.