Morena en Puebla juega a ser oposición y no gobierno

Ahora, están impulsando a Enrique Cárdenas, un intelectual que tuvo un paso gris por la rectoría de la UDLAP, que no crece en las encuestas, pero que todo indica es el elegido por el dedo redentor de AMLO.

Historias de un joven reportero

Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizPue

El objetivo de cualquier partido político en el mundo es que sus ideologías y visión de estado se traduzcan en el gobierno de un país, entidad o municipio.

Al final de cuentas, la política es eso: el arte de gobernar, como bien lo definió el ex cancillar del Impero Alemán Otto von Bismarck.

En la última década han surgido en diferentes países partidos emergentes como Podemos, de España; y Cinco Estrellas, de Italia; así como movimientos políticos como En Marche!, que llevó a Emmanuel Macron a ganar la presidencia de Francia; sin mencionar el boom de las candidaturas independientes o ciudadanas.

México no ha sido la excepción. Desde el 2014 cuando alcanzó su registro como partido político, Morena —con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza— se convirtió en un muy poco tiempo en la tercera alternativa política del país y no solo eso, ya es, sin duda, una opción real de gobierno.

Ahora, Andrés Manuel y su Movimiento de Regeneración Nacional están más cerca que nunca (incluso más cerca que en el 2016) de que México tenga por primera vez en su historia un gobierno con ideales de izquierda.

Sin embargo, la obsesión de López Obrador por convertirse en presidente de México no se replica en los estados

El partido lopezobradorista en Puebla tiene un marcado síndrome de autosabotaje, ya que, a pesar de contar con opciones reales de ganar la elección a gobernador del próximo año, su estrategia y decisiones son todo, menos la de un partido que quiera tener el control de la entidad.

En el 2016, la dirigencia nacional de Morena se inventó un candidato en la figura del académico Abraham Quiroz, quien no tenía ni las más remota idea de lo que era una elección ni un equipo de campaña.

(Cuentan que a su ignorancia política se sumaron unos millones enviados por el ex gobernador Moreno Valle para hacer más obvio lo evidente).

Ahora, están impulsando a Enrique Cárdenas, un intelectual que tuvo un paso gris por la rectoría de la UDLAP, que no crece en las encuestas, pero que todo indica es el elegido por el dedo redentor de AMLO.

Y el problema con los intelectuales es que no permean ni generan empatía con el pueblo.

Nadie le entiende a sus estudios ni a sus cifras.

Ahí está el claro ejemplo de Luis Banck.

¿Será que Morena está empecinado en ser el eterno partido opositor de México?

Al menos, esa es la lectura en Puebla.

Mientras en el PAN la candidatura de Martha Erika ya está caminando, en Morena están mas enredados que las investigaciones de la Fiscalía General del Estado, de Víctor Carrancá.

Si se llega a confirmar lo de Cárdenas como el abanderado de Morena, es casi un hecho que el partido marrón se quede como la tercera fuerza política del estado.

Al tiempo.