Regresa el «Método Agüera» a la BUAP de Esparza

La reelección bien vale invertir unos cuantos pesos para tener contentos a alumnos, directores y profesores de la máxima casa de estudios de Puebla y así asegurar sus "leales" votos.

Historias de un joven reportero

Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizPue

La reelección de un rector en la BUAP no es más que otro acto del culto al ego de la clase política en Puebla.

¿Qué necesidad hay de que el director general de la ya no tan Benemérita poblana haga campaña durante un mes y medio si todos sabemos que la reelección es un día de campo para el rector en turno?

A principios de su rectoría formal a finales del 2013, Alfonso Esparza gritó a los cuatro vientos que se había acabo la era de dispendio y gastos innecesarios que caracterizaron a la gestión de su antecesor Enrique Agüera.

(En una plática reciente con uno de los principales ex operadores de Agüera, quien pasa su retiro en Miami acompañado de su familia, me platicó que en una reunión después de elegir a Esparza como su heredero, le cuestionaron al ex rector que si no se había equivocado en escoger al Tío Poncho, a lo que el ex candidato a alcalde del PRI respondió con un contundente «no» para después explicar que cualquier investigación que le hicieran en su contra, le afectaría también al actual rector).

¿Quién no haría todo lo posible por mantenerse al frente de la BUAP otros cuatro años cuando la universidad maneja un prespuesto anual que rebasa los 4 mil millones de pesos?

La reelección bien vale invertir unos cuantos pesos para tener contentos a alumnos, directores y profesores de la máxima casa de estudios de Puebla y así asegurar sus «leales» votos.

En otras palabras, pan y circo para los alumnos de la BUAP.

Para iniciar precampaña, Esparza Ortiz tenía pleneado una pachangota —muy al estilo de las que organizaba Agüera— para dar la Bienvenida a los nuevos alumnos de la BUAP en la explanada del CCU, sin embargo el huracán Franklin estropeó la fiesta que marcaría el primer acto reeleccionista de Alfonso.

Ayer, Tío Poncho dio por iniciada su innecesaria campaña para reelegirse como rector hasta el 2021 con la presentación frente a toda la clase política poblana de la remodelación de la Arena BUAP con un partido de exhibición de los Harlem Globetrotters (cuyo contrato será exhibido en unos días por este reportero).

Sin embargo, el techo de la Arena BUAP, de 87 millones de pesos, tiene goteras, al igual que la rectoría de Esparza con tanta corrupción que recorre por los pasillos de la universidad pública.

En el acto de campaña en el ex Polideportivo Ignacio Manuel Altamirano no faltaron las lonas, pancartas, matracas, confeti y porras, obvio «improvisadas», a favor de Esparza para pedir su reelección.

Así es todo en la BUAP del Tío Poncho: fake.

Que los alumnos de la BUAP disfruten este mes y medio de fiestas patrocinadas por Esparza con dinero de todos los poblanos.

Mientras en el Hospital Universitario ya no hay médicos con experiencias y ahora sólo quedan residentes de la Facultad de Enfermería, porque ya no hay recurso para pagar a los doctores con título.

Bienvenidos a la BUAP agüerista 2.0.

Bien dicen que origen es destino.