Historias de un joven reportero
Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizPue
El sismo de hace una semana dejó varias lecciones: los millennials, al fin, dejaron la comodidad de las redes sociales y salieron a las calles para levantar con sus propias manos a un país; después del temblor nació un nuevo México (como bien lo mencionó Eugenio Derbez); los políticos ya ven con miedo a un pueblo organizado capaz de hazañas impensables; somos más los buenos que los malos; y un largo etcétera.
La ilusión de una nueva esperanza para un país tan lastimado en lo social y ahora en lo físico es un milagro que solo pudo suceder en medio de una tragedia acompañada de concreto y polvo.
Sin embargo, el temblor también dejó al descubierto un problema de gobierno y sociedad que formó parte de nuestro día a día, y que, como muchos otros, comenzamos a ver como algo cotidiano: la corrupción en las obras públicas y privadas.
De acuerdo con diferentes reportes ciudadanos y ahora periodísticos, la famosa escuela Enrique Rébsamen, en donde perdieron la vida 19 niños, era un inmueble que funcionaba como colegio a pesar de que su uso de suelo era habitacional; y otras series de irregularidades que ya salieron a la luz.
Una reveladora denuncia en Facebook el día después del temblor ventiló que esta tragedia se pudo evitar: Era un colegio ilegal. Construido a escondidas violando sellos de clausura. Su secundaria operó tres años con sellos de clausura hasta que quien sabe a quien sobornaron para legalizarlo. En una emergencia, la única salida era llevar a los niños a la primaria. Para hacer esto, el único camino era el edificio administrativo. El que colapsó.
Casos como el del Colegio Rébsamen existen a raudales. Constructores que prefieren dar un moche a los secretarios de infraestructura de sus localidades, una mordida a los supervisores o levantar edificios sin los permisos correspondientes.
En Puebla no fue la excepción.
La torre de departamentos de La Cima, ubicada en el Bulevar Las Torres y la Vía Atlixcayotl, quedó inhabitable después del sismo del 19 de septiembre. Cientos de familias vieron caer en segundos 3 millones de pesos que pagaron por un loft en el mencionado conjunto residencial a lado de La Vista Country Club.
https://www.facebook.com/102517136966793/videos/169121230306383/
Una fuente muy bien informada le comentó a quien esto escribe que a partir del sismo de 1985 las leyes federales y locales de construcción cambiaron radicalmente para evitar tragedias futuras. En entidad de alto riesgo de sismo como la zona centro sur del país, se incluyó como requisito para construir edificios y torres departamentales el Coeficiente de Seguridad Sísmica.
Pocas las construcciones que cuentan con este estudio.
El vídeo y las fotografías en poder de El Incorrecto, revelan las condiciones en las que quedaron los departamentos de La Cima, que apenas hace tres años fue inaugurado.
La constructora, como era obvio, ya se lavó las manos y los propietarios que no aseguraron sus departamentos están metidos en un gran problema que no tendrá pronta solución.
Además de la falta de respuesta de los empresarios que edificaron la torre vecina del Museo Internacional Barroco, a los propietarios afectados ni siquiera se les deja ingresar por sus propiedades que se encuentran entre los escombros.
El tema dará mucho de qué hablar en las próximas semanas.
El sismo removió la corrupción de las secretarias municipales de obra pública y de la Secretaría de Infraestructura del estado.
Mientras, el gobierno de Antonio Gali se colgó de la desgracia que dejó el temblor para hacerse publicidad en redes sociales con el lema «Puebla Sigue de Pie», mezclando de manera burda el eslogan oficial con uno de los HashTags que se crearon para dar muestras de apoyo a brigadistas y voluntarios: #MéxicoDePie.
Sólo los políticos no entienden que no entienden.
Ha nacido un nuevo México y de nosotros es responsabilidad que este nuevo país se consolidé en las elecciones del 2018.
El 19 de septiembre del 2017 podría ser una fecha para recordar por siempre y todos hemos sido testigos de ello.
#MexicoNosNecesita