Historias de un joven reportero
Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
El gobernador electo Luis Miguel Barbosa ya cambió el chip de candidato al de futuro titular del Ejecutivo en Puebla.
El ex senador de la República no quita el pie del acelerador a pesar del turbulento año que vivió, en cual compitió y ganó dos elecciones consecutivas, convirtió en ruinas el morenogalismo y atravesó una tormenta que lo tiene a 20 días de asumir el gobierno del estado.
Desde que inició el proceso interno de Morena, Barbosa Huerta no ha descansado un solo día. El futuro gobernador poblano ha recorrido la entidad de punta a punta, sostiene reuniones permanentes con su grupo compacto y prepara la nueva constitución que será eje rector de su administración.
Ver: Toma forma el ‘Dream Team’ del gabinete de Barbosa
Barbosa marca el paso a su equipo de trabajo. Los encargados de la transición con el gobierno de Don Guillermo Pacheco Pulido trabajan a marchas forzadas para conocer todos los secretos oscuros y cadáveres en el closet que dejaron las administraciones de Rafael Moreno Valle y Antonio Gali.
Luis Miguel llegará con la maquina bien aceitada el 1 de agosto.
Los expedientes de los desvíos millonarios de recursos, transacciones ilegales con dinero de procedencia ilícita, adjudicaciones amañadas, moches y un largo etcétera ya posan en los escritorios de Karen Berlannga, Fernando Manzanilla y del propio Miguel Barbosa.
El futuro gobernador electo de Puebla la tiene clara: para acabar con un sistema corrupto, como lo fue el morenogalismo, se necesita disciplina, capacidad y lealtad.
Ver: Los ex secretarios de Moreno Valle y Gali que están en la lista negra de Barbosa
Barbosa empleará el primer año de su administración para limpiar todo el cochinero que dejaron Moreno Valle y Gali Fayad, quienes fueron los principales corruptores de instituciones, de la iniciativa privada y de la política en Puebla.
Luis Miguel sabe que su postura osada no encaja con la buena praxis de la política, sin embargo, está consciente que para que Puebla salga del rezago se necesita destapar la cañería y luego limpiarla para que funcione correctamente.
Aunque aún no asume el gobierno del estado, Barbosa ya le dejó claro a su gabinete que nadie tiene el puesto asegurado y que habrá una política de Tolerancia Cero al error y a la corrupción durante su gestión.
La prueba de esto es la remoción de Carlos Urbina Tanús como futuro secretario de Infraestructura.
Barbosa predica con el ejemplo.
El tiempo de prueba empezó aún antes de arrancar su administración.
Se acabó el modelo de Moreno Valle de aprender sobre la marcha y de cuadros improvisados para gobernar Puebla.
Se necesita mano dura al interior para erradicar al sistema corrupto que gobernó Puebla los últimos 8 años.
Los peones morenovallistas que primero caerán en el tablero barbosista ya están bien determinados.
Lo que saldrá en los próximos días pondrá al estado de cabeza.
En las auditorías realizadas a las cuentas de los últimos gobiernos ya se tiene identificado un hoyo financiero de 600 millones de pesos en la administración de Tony Gali.
De manera sospechosa, este millonario faltante en las arcas del gobierno de Gali apareció justo en los días previos al fallo del Tribunal Federal Electoral, que validó el Fraude con el que Martha Erika Alonso llegó al gobierno de Puebla el año pasado.
De hecho, el hoyo financiero de Gali se formó por 4 retiros de 150 millones de pesos de las cuentas del estado, mismo número que coincide con los 4 votos de los magistrados Janine Otálora, Reyes Rodríguez Mondragón, Indalfer Infante y Felipe de la Mata, quienes validaron el fraude electoral de los Moreno Valle.
(Gali buscó en la pasada campaña a Barbosa en un par de ocasiones, pero la negativa del gobernador elector fue contundente).
Lo que no suena lógico, suena metálico.
Es por esto que Barbosa Huerta no permitirá un solo error en su equipo de trabajo.
Para acabar con el corrupto sistema morenogalista se necesita más que buenas intenciones.
Tolerancia Cero, el sello de Barbosa para gobernar.
Ni traje a la medida ni ‘Ley Osorio’
La reforma al artículo 84 de la Constitución Política de Puebla para facultar a los secretarios de estado para firmar documentos de control interno de sus dependencias resultó otro «borregazo» de las plumas que quieren descarrilar los aciertos del proceso de transición de Miguel Barbosa.
Aunque algunos ociosos calificaron la iniciativa de Pacheco Pulido como un “traje a la medida” para Rodrigo Osorio, futuro secretario de Economía, la realidad es se trata nada más de una reforma para hacer más eficaz y reducir la burocracia en el futuro gobierno barbosista.
La mal llamada ‘Ley Osorio’ no es más que una intriga más de los interesados en demeritar los logros del gobernador Pacheco y de su sucesor Barbosa Huerta.
Otro bandazo más a la lista de los expertos en hacer el ridículo.
Ni traje a la medida ni ‘Ley Osorio’.