En medio del caluroso recibimiento de Cartagena de Indias, última etapa de su viaje a Colombia, el Papa Francisco se ha dado este domingo un fuerte golpe de la cabeza contra el parabrisas del «papamóvil» cuando intentaba saludar a un niño.
Inmediatamente, el jefe de seguridad del Vaticano, Domenico Giani, le ha enjugado la sangre que fluía de la ceja izquierda y que había manchado visiblemente la esclavina blanca.
El portavoz del Vaticano, Greg Burke, ha comentado poco después que «el Papa está bien. Es una herida en el pómulo izquierdo y la ceja, al golpearse en el papamóvil. Le están aplicando hielo justo ahora».
Poco después, aunque la hinchazón seguía siendo visible, el Papa ha reanudado su programa, con evidente buen humor. A los periodistas que le preguntaron cómo estaba respondió bromeando con una sonrisa y un gesto: «¡Me dieron una puñada (puñetazo)!».
Fuente: ABC