En un reportaje publicado en su edición de hoy, el portal de noticias e-consulta exhibe la red de espionaje que el ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle montó durante su sexenio para intervenir las comunicaciones de políticos, periodistas y activistas de la entidad y a nivel nacional.
De acuerdo con el periódico digital que dirige el periodista Rodolfo Ruiz, Moreno Valle utilizó recurso del estado para montar una oficina que inicialmente tenía la intención de realizar labores de inteligencia en el anterior gobierno estatal, se convirtió en una red de espionaje clandestino de tipo telefónico, de infiltración, vigilancia y seguimiento hacia funcionarios públicos, personajes políticos, enemigos de la administración pública y periodistas.
A continuación se reproduce parte de la investigación realizada por el portal de noticias:
Para ello se instalaron tres “nidos” o sedes en la ciudad de Puebla desde las que se procesaban los audios y documentos generados por personal que laboró en el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (CISEN) y que estaban coordinados por Joaquín Arenal Romero, ya fallecido.
Así se aprecia en una serie de archivos digitales que en los últimos días han recibido o comprado dirigentes partidistas, políticos y funcionarios, en los cuales se explica cómo operaba esta red de espionaje, quiénes la encabezaban, bajo qué métodos trabajaban y sobre todo se incluyen audios de las conversaciones intervenidas o fotografías de sus reuniones, que han sido confirmadas por quienes ahí aparecen.
De oficina pública a clandestina
De acuerdo con esta información, al llegar a la gubernatura en 2011, Rafael Moreno Valle Rosas quiso instaurar una oficina de inteligencia que proveyera de información estratégicapara detectar y atacar amenazas al estado de derecho y la gobernabilidad de la entidad.
Por ello se creó el Centro de Análisis y Prospectiva (CAP), encabezado por Héctor Arrona Urrea, y el cual quedó bajo tutela de la Secretaría General de Gobierno, a cargo de Fernando Manzanilla Prieto.
El órgano tenía dos direcciones: de Información (Investigación y Análisis) y Servicios Técnicos (equipos tecnológicos para la obtención de información de fuentes electrónicas), así como la Subdirección de Administración de Proyectos y Gestión.
En un primer momento el director de Información fue Abraham Hernández y de Servicios Técnicos fue José Antonio Celorio.
Su actividad se centraba en la recolección de notas de periódicos escritos y digitales, a fin de crear “tarjetas informativas”, aunque su labor de investigación e inteligencia estratégica era nula.
En abril de 2013 Manzanilla Prieto dejó la Secretaría General de Gobierno y ese mismo año llegó Joaquín Arenal a Puebla para hacerse cargo del CAP, el cual pidió reestructurar con la contratación de personal capacitado en áreas de inteligencia, en investigación, cooptación, infiltración, vigilancia, seguimiento, fotografía clandestina, entre otras actividades.
Sin embargo creó una oficina alterna para realizar labores de inteligencia, que no dependería de institución gubernamental o dependencia alguna, sino que rendiría cuentasal actual legislador federal Eukid Castañón Herrera.
Fueron comprados automóviles y dados de alta con nombres de particulares para evitar ser relacionados con la administración estatal. Los salarios, gastos para operatividad y renta del inmueble se desprenderían de plazas del gobierno estatal a través de terceros, así como de partidas discrecionales.
Puedes leer el reportaje completo de e-consulta aquí.