El Rincón del Troll
Por: @LaChef10
Así como muchos de nosotros recordamos, leímos o leeremos el libro de “Juanito y El Lobo”, Puebla, estoy segurísima que muchos estados tiene el mismo problema desde que se creó el número de asistencia telefónica del 911: las llamadas fake, de , falsas o como gusten llamarlas.
Hace unos meses Lord Peña Nieto invitó cordialmente (léase obligó) a las entidades a unificar su sistema de asistencia telefónica bajo el número de 911 (así mesmamente como el de los gringos, bueno solo en el número, ya que la calidad deja mucho que desear). La homologación de la clave se anunció con bombo y tarola en todos los estados donde se puso en marcha, aunque no todos lo aceptaron, que se convirtió en un pequeña disputa que aún se tiene y tendrá con los gobiernos estatales para que lo unifiquen.
El evento, así como la idea, parecían muy bonitos y geniales, pero, ya saben México es el país del pero, para la unificación primero se debieron cubrir las necesidades físicas, humanas, tecnológicas, además de económicas, y como se imaginan, no se contaba con ninguna.
Dejaré a un lado los demás estados, pues desconozco de qué pie cojean. En Puebla los telefonistas u operadores no cuentan con la capacidad de atención psicológica para poder contener a las personas; el sistema no cuenta con personal suficiente, tan claro fue el ejemplo que a días de ponerse en marcha mucha gente se manifestó en redes sociales o llamaron a programas de radio para quejarse de la demora en la atención de emergencia o de plano nunca contestaron sus llamados, incluso, algunos otros dijeron que después de la llamada los equipos de atención never llegaron.
Después el gobernador de Puebla, Don Tony Gali, y el secretario de Seguridad Pública Jesús Morales, anunciaron que se fortalecería la central telefónica y que mejorarían el vinculo con el C5 para dar un mejor y más rápido servicio, aunque de eso no tengo constancia.
Poco después de la instauración del proyecto, los gobiernos, los diputados, los senadores y todos los políticos comenzaron a hablar respecto a que la gente solo llamaba para hacer bromas, lo que ocasionaba que no se atendieran las emergencias. Algunos comenzaron a decir que era necesario que de manera legal se revisará el tema, unos argumentaban que era prioritario que todos los estados lo pusieran en marcha, otros para que se fortaleciera las actividades por parte del estado y de las instituciones de seguridad pública y unos últimos han dicho que es necesario se impongan sanciones a los chistositos. Todas parecen buenas ideas.
Pero, haré principal hincapié en la última, la de castigar a los chistositos, aunque parezca un poco exagerado, es necesario que se pongan castigos, si así a veces la policía le cuesta trabajo atender una llamada de auxilio. Imaginemos que reciben 20 llamadas de las cuales 15 son bromas y de esas bromas pesadas que está por explotar un ducto o que están matando a un señor en tal calle, tan reales parecen los llamados que los polis dan prioridad a atender esas bormas, que terminan con alguien recargado en un ventana o recargados en un poste diciendo “que pendejos, siempre se la tragan” y mientras los otras cinco, que sí eran de verdad, no son atendidos o se atienden muy tarde, porque los uniformados atendieron las denuncias fake.
Tomemos en cuenta que el estado físico de los policías tampoco es el mejor como para correr de un lado al otro.
Es por eso, que desde mi humilde opinión, se debe hacer conciencia entre los ciudadanos. No se puede estar jugando con estas cosas, ya vieron el chistosito que puso a correr más de 10 veces a la policía, que según fue arrestado, pero estoy segura que como no está tipificado como delito grave, ya está otra vez en las calles haciéndose el gracioso aunque también estoy segura que los policías le den unos cuantos zapes bien merecidos.
Otro ejemplo es el de hace unas semanas cuando usuario de Twitter denunciaron el robo con arma de fuego y detonaciones en el paradero de Ruta de la 31 poniente. Reconozco que yo fui de las que se dejó llevar por el momento y lo primero que hice fue darle RT, pero en la noche platicaba con mis vecinas y les decía lo que había visto y prendimos la televisión para ver si salía algo, y nos llevamos la sorpresa que no hubo mención alguna sobre el tema, hecho que me enojó y me hizo regresar a la publicación.
Fue ahí cuando me encontré con el mensaje de RUTA negando los hechos y diciendo que era una chisme, que la persona había sufrido un ataque epiléptico. Me dije a mí misma «que poca madre, la gente está viendo como andamos de espantados con el crimen y todavía se ponen a jugar con estos temas», por eso como dice el título de esta columna, cuando en verdad pase una emergencia la policía les dirá «si no te preocupes ya luego lo atendemos».
Sin más que decir mis lectores los espero la próxima semana.
XOXO.
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