Se fue Santizo, pero sigue la mafia en Seguridad Pública municipal

Cuando Luisito Banck barrió con Alejandro Santizo y compañía, pensamos que vendría un cambio positivo en el quehacer policiaco. Nada más alejado de la realidad.

Por: @BenitoBenividi

¿Merecemos la abundancia?

Me he hecho esta pregunta durante largo tiempo y no encuentro razón alguna del por qué a los poblanos no nos socorra la suerte.

Será necesario consultar a la suegra de Mario Rincón para que nos oriente como si fuéramos Karime Macías, la esposa del extraditado Javidu.

Pero, como dijo Jack El Destripador “vayamos por partes”.

Cuando Luisito Banck barrió con Alejandro Santizo y compañía, pensamos que vendría un cambio positivo en el quehacer policiaco. Nada más alejado de la realidad.

Hoy vemos que ha contratado a Humberto Rivera, un profesional encantador de perros, como director de la policía municipal; a Carlos Arroyo Salamanca, cuyo único mérito es ser familiar de Alejandro Fernández, no el cantante, sino un miembro VIP del selecto grupo de hampones del góber precioso, y además le crearon un puesto para que cobre nómina del ayuntamiento.

También, ya está dando la cara, porque trabajaba detrás de la cortina, Víctor Ávila, como director de Vialidad municipal. Este sujeto ha sido despedido de los cargos similares que ha tenido en San Andrés, San Pedro Cholula y San Martín Texmelucan.

Y no sólo eso, junto con él, llegaron ya las famosas «gallinas», llamadas así por sus propios compañeros porque son bien «ponedoras».

¿Sus Nombres?

José Leonel Berriel Kuri, Ricardo Flores Huepa, Alejandro Aguilar Araujo y Francisco Carrillo. Quien recolecta es Berriel Kuri, mismo que sube con las bolsas de pan a la oficina del jefe.

Pero por si lo anterior fuera poco, se quedó ahí escondido Alfredo de Jesús, subdirector de la Policía municipal, sobre quien pesan decenas de denuncias en redes sociales de sus propios compañeros por proteger a huachicoleros.

A esto, súmele a María de Los Ángeles Mendoza Escalante, hija de otra rata de dos patas de nombre Jorge Mendoza, marinista a quien Moreno Valle le perdonó todas sus corruptelas en Finanzas, y hoy vive disfrutando de las olas del mar en su casa de la playa y dirigiendo sus empresas, así como a un equipo de su propiedad de la tercera división profesional de Martínez de la Torre (Ver Los Cañeros).

Ella, haciéndose merecedora de las delicias del poder y el cariño que se genera en las oficinas de Casa Aguayo.

Y así podemos continuar con la historia del regreso del equipo del «góber precioso» a diversas áreas de gobierno.

Chuchito Morales también tiene a muchos de ellos en activo, pero esa es otra historia como dijera Nana Pancha.

En fin, ahora logro comprender el por qué no merecemos la abundancia. Pero la culpa no la tiene Mario Marín, o en otras palabras «la culpa no la tiene el indio, sino quien lo hace compadre».

Manguerazo

Si a ustedes paisanos poblanos les quedaba alguna duda de quién manda y gobierna en el estado, los invito a ver esta foto y saquen sus conclusiones.

Fotografía Internet