¿Qué tan jodidos estaremos los poblanos en el 2018?

¿De verdad existe entre esos aspirantes el deseo de sacar a Puebla de la pobreza, marginación, inseguridad, bajo nivel de empleo, nulo apoyo al campo y un largo etcétera?

El Rincón del Troll

Por: @BenitiBenividi

En cada uno de los partidos políticos se van delineando sus aspirantes a los diversos cargos de elección popular, pero el más apetitoso de los bocados, es el de gobernador del estado.

¿De verdad existe entre esos aspirantes el deseo de sacar a Puebla de la pobreza, marginación, inseguridad, bajo nivel de empleo, nulo apoyo al campo y un largo etcétera?

Vale hacerse esa pregunta, ya que la primera respuesta que se nos vendrá a la mente sin es un «no».

Los poblanos optamos por convertir a nuestro estado en un circo y para ello elegimos a un payaso.

¿Cómo lo vamos a querer para el próximo año?

El PRI nos ofrece a Juan Carlos Lastiri o Enrique Doger, los demás se conformarán con lo que les den, no sin antes hablar de unidad y demás temas en los que nunca han creído, pero que repiten como loros por mera conveniencia.

El PAN morenovallista (lo llamo «PAN morenovallista» porque en Puebla no hay un Acción Nacional de panistas de corazón) y su partido satélite Compromiso por Puebla nos proponen a Martha Erika Alonso de Moreno Valle y a Luis Banck.

El PRD morenovallista sólo servirá de esquirol, contra el PRD de la verdadera izquierda, pero que cobra con la derecha. Ellos harán lo que Rafael Moreno Valle decida.

En Morena las cosas no pintan nada bien, aunque muchos digan que sí. Sin estructura, sin liderazgos y lleno de convenencieros.

¿Usted sabe quién es Rodrigo Abdala?

Exacto, yo tampoco. A él es a quien quieren los de la nomenclatura estatal para ser candidato por encima de Alejandro Armenta, Miguel Barbosa, José Juan Espinoza o Fernando Manzanilla.

De los demás no tiene caso perder espacio en hacer mención.

¿Qué nos espera con cada uno?

Del PRI, con Juan Carlos Lastiri, y Enrique Doger, un mejor desempeño en seguridad, atención al tema de la pobreza, negocios bajo el cobijo del dinero presupuestal y el regreso del grupo de Mario Marín.

Ambos ya tienen enquistados a miembros distinguidos del cartel delincuencial del conocido «góber precioso».

En lo que respecta al PAN morenovallista, no habrá grandes cambios a los ya vividos, todo será negocios, negocios y más negocios.

Un gobierno frívolo, haciendo obras innecesarias, dictatorial, insensible, ellos viviendo en una «Puebla segura» y la mayoría de los poblanos en la verdadera Puebla que cada vez está más enviciada.

Todos sometidos como hasta hoy, bajo las órdenes de Rafael Moreno Valle, al margen de quién viva en Casa Puebla.

Morena, un enigma, ni todos son un rayito de esperanza, ni todos son honestos a carta cabal.

Mejor ejemplo de deshonestidad y con nulidad de valores lo tienen en José Juan Espinoza.

Pero con esas mulas decidieron arar.

Nadie puede confiar en Morena viendo que su integración en Puebla se ha hecho con tránsfugas de otros Partidos Políticos.

Ya se parecen al relleno sanitario de Chiltepeque.

En fin, queda en nosotros hacer llegar al poder al menos peor, pero con el agravante de cuánto pesarán en nuestra decisión las cubetas, los tinacos y los cheques azules que circularán entre los poblanos que viven en pobreza y que desafortunadamente hacen mayoría.

En fin, los poblanos estamos jodidos.