Qué diferente hubiera sido todo y que útil le habría venido a la edil con licencia reconocer de inmediato el triunfo de Rivera Pérez, en un acto de madurez y civilidad política
Ahora ya ni los esbirros que secuestraron la dirigencia estatal de Morena, Carlos Evangelista y Edgar Garmendia, se han vuelto a reunir con la repudiada Claudia Rivera